Muchas personas nos dicen con convicción: “tengo mala postura”, o “sufro de mala postura”. Nos piden ayudarlas de manera amable, a través del Feldenkrais, a salir de esta molestia, que a veces viven como una enfermedad.
Nosotros somos especialistas en esto, ya que nuestras clases/sesiones llevan siempre a un alineamiento de la columna y a reducir las tensiones musculares.
¿Qué es la buena postura?
Puede ser que esta pregunta no tenga una respuesta precisa… intenten googlear la palabra “postura” y cuéntennos! Pero al mismo tiempo el sentido común nos sugiere una imagen.
CÓMO SE RELACIONA EL FELDENKRAIS CON TODO ESTO?
Lo que nos proponemos hacer es que las personas, en lugar de lograr un ideal imitándolo de manera forzada , se acerquen cada día un poco a él, sintiéndose cada vez más cómodas en la relación consigo mismas y con el espacio que las rodea, sea cual sea la actividad que realicen.
Hacia una buena postura
LA RELACIÓN CONSIGO MISMO
Sentirse cómodo y ligero al dejar que emerja la sabiduría y a la memoria del cuerpo, es una posibilidad que pertenece a cada ser humano.
De niños moverse es fácil para todos, pero no es dicho que hay que perder esta calidad del movimiento cuando nos volvemos adultos, y tampoco es dicho que, una vez perdida, no se pueda recuperar.
Cómo mejoramos esta relación?
En una clase de Feldenkrais proponemos movimientos sencillos pero insólitos, y a través de ellos creamos las condiciones para que la persona se pueda reorganizar. Como puede pasar esto?
El secreto esta en emplear estrategias que nos lleven a dejar la manera habitual de movernos, logrando así que ninguna parte trabaje más de lo necesario, o haga el trabajo que pertenece a otra (lo que causa varias tensiones musculares y muchas veces dolores). De esta manera los bloqueos se sueltan sin hacer mayor esfuerzo!
LA RELACIÓN CON EL ESPACIO QUE NOS RODEA
Ser dueños del espacio significa ampliar el campo de visión, poderse mover en todas las direcciones, y tener las manos libres para transformar el espacio mismo.
Todo esto depende de alcanzar la vertical y del buen uso que uno hace de si mismo al moverse. En otras palabras, depende estrechamente de la capacidad de estar erguido de una manera cómoda, sin emplear más esfuerzo del debido o desarrollar tensiones innecesarias
Cómo mejoramos esta relación?
Después de una clase de Feldenkrais, mantener la vertical resulta más fácil, menos fatigante: el peso se redistribuye y la persona se siente menos pesada, menos curva, menos concentrada en mantenerse de pie u en otras posiciones. Soltar los músculos del cuello y de la cabeza hace que el campo de visión se amplíe. De este manera, a partir de mejorar la relación con uno mismo, podemos también mejorar la relación que tenemos con el ambiente
Lo más importante
Finalmente, el buen uso de si mismos que se logra a través de una clase/sesión de Feldenkrais, sí lleva a estar más cómodo en varias posiciones, a la vez que nos facilita pasar de una posición a la otra sin mayor esfuerzo, y esto hace posible que podamos movernos en cualquier dirección deseemos. Para volver al principio, esto es nuestro ideal de «buena postura».
No olvidemos que somos seres dinámicos y, en ese sentido, cada mejora en nosotros no solo sirve para mejorar la calidad del movimiento, sino también que nos ayuda a disfrutar más de la vida misma!